viernes, 1 de mayo de 2020



Desde el primer parpadeo decidí cual sería mi vida.
Me oculte en el lugar más oscuro del jardín,
Lo adorne con mis pesares y fantasmas,
Lo hice mi hogar, cálido y desgarrador.
Solitarias miradas entre cuatro paredes,
Sueños eternos de manos abrazando mi caída.
El dolor nunca se va, se duerme entre mantras cotidianos,
Heridas que no sanan, solo quise creer en los ‘"quizás"
Anhelé sería suficiente para purgar mi corazón 
Y salir de las llamas del infierno que reflejo en el espejo
Que cruelmente se burla de mí y de mis creencias absurdas,
"Cree y has reír la luna a carcajadas".



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