El palpitar de mi corazón me recuerda a ti,
La infinidad del cielo y su calidez,
Las hojas que caen sobre el pavimento
Vulnerable ante los ojos ignorantes.

Como poder explicar con palabras de este mundo algo que nunca lo fue?...
Todos los días voy a extrañar llegar a tu mirada
Y acurrucarme en cada parpadeo,
Fui una viajera más, para siempre una más.

Cada noche me embriago de filosofar,
Me preguntó cada minuto de los días donde condenarte, si mantener tu imagen viva en cada palabra o desterrarte al silencio eterno... Ambas son las sentencias de muerte para mi alma.

Me senté a esperar rodeada de lavandas,

baile con su aroma y le sonreí al cielo mil veces,

Te vi pasar, pero no miraste al costado del camino, no me viste, nunca lo hiciste.

Me perdí en el apocalíptico presente de mis expectativas,

supuse cada una de tus caricias y sonrisas…

quise plasmar tu risa en mis oídos

y que el dulce sonido jugueteara a lo largo de mis recuerdos,

no me despido porque no te fuiste,

jamas estuviste.

Te pensaré todas las noches de otoño.

Pronto seremos borrados. 

Como amarte si con solo pensarte me lastimas, no puedo mirarte a la cara sin sentir la necesidad de huir despavorida, como dejo de sentir culpa?, por favor déjame ir,
Deja de romper mi corazón cada madrugada, libera mi mente de ese oscuro rincón a la que la condenaste a vivir.

5 am es la hora perfecta para rasgar las heridas, empujar a mi mente al abismo de pensamientos y recuerdos que más nunca volverán. Fuimos uno, fuimos todo, solo fuimos hasta que desperté... Hasta que respire el olor putrefacto de una vida de cristal, llena de dudas y egos hambrientos. Saqué de raíz las flores antes de que pudieran florecer.