Para ti.

Tu calidez entre mis brazos. Tus labios sobre los míos bailando una canción eterna.  Nunca dejaré de pensarte y de recordar nuestras largas caminatas junto a nuestras miradas cómplices.  Me hiciste conocer el amor incondicional.  Me hiciste sentir como podía flotar sobre la estela que dejaba tu hermosa luz. Hoy no puedo deleitarme con tus caricias, ni tu aroma, pero siempre vivirás en mí.  Siempre seré tu hogar y tú el mío.  En cada vivencia futura, siempre estarás caminando junto a mí, abrazado a nuestro amor eterno. ¡Te amo! Gracias por enseñarme la felicidad más grande y el amor más puro que he podido experimentar.